Bogotá, 5 de agosto de 2020.- La exsenadora de Colombia, Piedad Córdoba, quien se retiró de la política, se dedicará el resto de su vida a su pareja en una finca en los Llanos colombianos.
Aproximadamente, hace un mes Córdoba anunció oficialmente su retiro de la política colombiana. Su anuncio estuvo acompañado de explicaciones sobre los aspectos negativos de la política colombiana que le causaron una gran decepción. Fueron 47 años de carrera política.
En una entrevista concedida al portal la “otra Orilla”, Córdoba reveló que otro de los motivos de su retiro, es una relación amorosa que actualmente tiene.
La exsenadora explicó que varios hechos le llevaron a abandonar la política. Primeramente, intentó por todos los medios alinear a Colombia con el chavismo, pero este objetivo no lo logró. Pues ni el presidente Uribe, ni Santos, ni el presidente Iván Duque, escucharon los mensajes que ella llevó desde el gobierno de Venezuela, en favor de mejorar las relaciones entre los dos países.
Pero lo que más le desencantó, fue la traición de su propio entorno, en 2018, cuando se lanzó a la presidencia y esos prefirieron apoyar a Gustavo Petro. Los sectores independientes y de oposición como el partido Farc –que ella siempre apoyó– le dieron la espalda.
Córdoba representaba la revolución bolivariana, y en Colombia esa bandera no suma votos. Por eso se retiró, y rompió comunicaciones incluso con el gobierno de Nicolás Maduro.
Ahora en esta nueva etapa de retiro de la política, Piedad Córdoba se compró una finca en el Llano, con su liquidación del Senado, y con la indemnización que le pagó el Estado al ser mal inhabilitada y mal destituida por el entonces procurador Alejandro Ordóñez; quien no pudo demostrar que tuviera relaciones con la guerrilla de las Farc.
La finca está ubicada en “El predio” en Puerto Lleras. La compró junto a “Luis”, su pareja, con quien lleva diez de convivencia; y allí se dedican a proyectos productivos.
En la entrevista, Córdoba confiesa que no estaba en sus planes esa finca, en tierra caliente; dice que aún no se adapta a los mosquitos y zancudos, que le hacen la vida imposible. EL proyecto fue idea de Luis, quien le fue convenciendo.
La pareja de Piedad Córdoba es una persona que ha permanecido en la sombra de su actividad política. La exsenadora explica que se ha preocupado por protegerle su vida, así como hizo con sus hijos, que vivieron en su exilio tras el secuestro y los atentados que sufrió su madre.
Luis, de quien no quiso decir su apellido, –por seguridad– militó de joven en la Unión Patriótica y junto a su padre, que era comunista, se exilió en Cuba durante el exterminio del que fue víctima el partido político. Se formó académicamente en el país de Fidel Castro y luego saltó a Estados Unidos donde trabajó por algunos años.
A Luis, un agrónomo especializado en agroecología, lo conoció en 2010 en un conversatorio de paz en Bogotá. Le gustaron sus manos y su sonrisa. Luego lo volvió a ver en otro evento en Villavicencio y después volvieron a coincidir en uno más, en el Cauca. En ese ir y venir se fueron enredando sus historias.
La exsenadora, confiesa estar feliz, y que el proyecto de la finca avanza. Juan Luis, el mayor, es su heredero político, es senador del Partido Verde. Otro proyecto que la tiene contenta es la escritura de sus memorias. El libro estará terminado a finales de este año y será lanzado en la próxima Feria del Libro de Bogotá. En el contará secretos que, con sus 47 años de actividad política, que ha sido bien sonora, no serán pocos.
Por último, asegura sus proyectos estarán muy lejos de la política electoral dice que seguirá opinando, escribiendo columnas, haciendo política social y comunitaria con las minorías y sobre todo levantando la voz y siendo incómoda cuando crea que haya necesidad de hacerlo.
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