Bogotá, 18 junio de 2020.- Unas denuncias en 2013, del senador Álvaro Uribe, el Banco de Comercio Exterior (Bancóldex) y la DEA, fueron las que originaron la investigación de la Fiscalía colombiana, que reveló el entramado de negocios ilícitos que desarrolló el empresario Alex Saab durante años.
De acuerdo a la Fiscalía de Colombia, en 2013, cuando Alex Saab aún era un empresario colombiano de reputación intachable; Un día el expresidente Alvaro Uribe les informó que había recibido a su correo electrónico, información sobre importaciones ficticias entre Ecuador y Venezuela. Esta información tenía a Saab y su empresa “Fondo Global de Construcciones” como responsables del delito; Y con ella iniciaron la investigación que reveló todo este caso.
La acusación formal en Colombia
La acusación formal contra Alex Saab en Colombia, se reveló en diciembre de 2019; Cuando finalmente se le llamó a juicio por un documento acusatorio de 38 páginas; Que refleja cómo durante seis años las autoridades de Colombia han vigilado los negocios de Saab.
De acuerdo al documento acusatorio, los correos que recibió el senador Uribe indicaban que Fondo Global de Construcciones; que supuestamente proveía materiales de construcción a Venezuela; “podría ser una de las lavadoras de dinero de las Farc”.
Las autoridades colombianas, también han revelado que tienen una denuncia contra Saab, por estafar al Banco de Comercio Exterior (Bancóldex) de Colombia. La denuncia de los representantes de Bancóldex dice que, en 2009, engañó al Banco, cobrando una factura mintiendo “sobre la veracidad de la operación”.
Importaciones ficticias
Posteriormente en 2017, la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) de Colombia, informó a Fiscalía que investigaba a Saab; por presuntas irregularidades de comercio exterior a Venezuela. La empresa responsable de la irregularidad es Shatex; de la cual Saab era representante legal, accionista y miembro de la junta directiva. La UIAF sospechaba que el empresario había conseguido 135 millones de dólares por importaciones y exportaciones ficticias.
El pasado mes de abril, la DEA envió una alerta a la Fiscalía de Colombia; que afirmaba que personas de descendencia libanesa, se dedicaban a la creación de empresas fachada; “para invertir grandes sumas de dinero de dudosa procedencia”, y Saab era el líder de la operación.
En septiembre de 2018 la Fiscalía de Colombia estableció 14 posibles hechos probatorios; de una posible operación de lavado de activos por medio de importaciones ficticias. Y en mayo de 2019, citó a Saab como accionistas del 84% de la empresa Shatex; junto a un gerente, el contador y el revisor fiscal. Luego de esto, la Fiscalía determinó que tenía suficientes pruebas para demostrar que hubo lavado de activos, concierto para delinquir y enriquecimiento ilícito.
Empresas de Papel
La fiscalía estableció que Shatex era una “empresa de papel”, utilizada para justificar operaciones comerciales. Asimismo, se determinó que llevaba una doble contabilidad para evitar pagar impuestos.
Según la Fiscalía, los documentos de Shatex muestran que entre 2004 y 2008 Shatex realizó compras en Estados Unidos por unos 9.000 millones de pesos colombianos; Pero en realidad, los registros de las transferencias encontrados por la fiscalía revelaron que el movimiento real fue de 35.248 millones de pesos.
Para la fiscalía, la empresa Shatex sustentó una salida de dinero al exterior por un valor de 25.304 millones de pesos; por concepto de importaciones anticipadas, las cuales nunca ingresaron a Colombia. Es decir, unas importaciones ficticias para sustentar la legalidad de la salida de dineros hacia el exterior.
Proveedores e importaciones fantasmas
Además, la Fiscalía encontró que muchos de los supuestos proveedores de Shatex no existían. Como prueba, las autoridades colombianas mostraron el caso de siete “empresas” panameñas con las que Saab reportó haber hecho negocios internacionales. Las autoridades de Panamá confirmaron que no existen.
La acusación contra Saab y Shatex, incluso muestra que de Venezuela le ingresaron 16 millones de dólares US; por concepto de un supuesto “reintegro de divisas por exportaciones”. Es decir, un pago por unas importaciones que no se hicieron.
La fiscalía también explica en su acusación que Shatex hizo operaciones con otras empresas de Alex Saab. De acuerdo con la DEA, la empresa Saafartex, realiza fraudes similares a los de Shatex. La Fiscalía considera que Saab y sus cómplices invirtieron, transformaron y administraron bienes dándoles apariencia de legalidad a dineros de procedencia ilícita; con el propósito de obtener un provecho ilícito, con actividades de exportaciones e importaciones ficticias utilizadas.
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