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(Opinión) Latinoamérica y la xenofobia a los venezolanos. Por Saverio Vivas

por Saverio Vivas
xenofobia - venezolanos

Bogotá, 14 de junio de 2020

«No estamos en los países latinoamericanos mendingando derechos humanos. Nos ganamos esos derechos, ayudando a todos los latinoamericanos. Cuando los países latinoamericanos solo querían recibir como migrantes a franceses, italianos, o alemanes»

Lic Gladmar Saverio Vivas

La xenofobia es la fobia al extranjero o inmigrante. Sus manifestaciones van desde el simple rechazo; Pasando por diversos tipos de agresiones verbales, simbólicas, físicas o psicológicas; Y que en algunos casos desembocan en el asesinato. La xenofobia es un delito de odio. Cuando una persona realiza un acto de repudio contra otra, por el simple hecho de que la repudiada es extranjera o inmigrante, entonces está cometiendo un delito de odio.

La mayoría de las veces la xenofobia se disfraza tras un supuesto sentimiento exacerbado de protección de una nación, y en otras ocasiones oculta racismo o discriminación ejercida en función de la raza.

Los venezolanos convertidos en migrantes

Los venezolanos en la actualidad, por primera vez en su historia, viven un fenómeno migratorio que los ha convertido en migrantes.

Desde 2014, más de 5 millones de ciudadanos venezolanos han salido de Venezuela, perseguidos por los cuerpos de seguridad del estado, por paramilitares adeptos al régimen venezolano; o simplemente huyendo de la violación masiva de derechos humanos que ocurre actualmente en Venezuela.

La migración venezolana de los últimos 6 años, ha tenido 3 grandes partes:

  • La primera ocurrió a mediados de 2015; luego que el régimen venezolano aplastara violentamente las protestas de 2014-2015. En esta salieron principalmente los venezolanos que tenían recursos para pagar un Boleto de avión hacia EEUU, Europa o Canadá.
  • La segunda ocurrió entre 2015 y 2017; luego que la dictadura se radicalizo, e inicio de manera masiva, el arresto sumario, la tortura y la desaparición forzada de miles de ciudadanos venezolanos contrarios al régimen socialista.
  • Y la tercera ocurrió entre 2017 y 2019; con la salida masiva de personas de pocos recursos (los pobres de Venezuela); ante la imposibilidad de enfrentar a un régimen dictatorial violento que se protege tras las armas; y debido a la violación masiva de derechos humanos que ocurre en Venezuela.

La tercera Ola

Es decir: Que podríamos identificar esta migración de 3 grandes partes, de acuerdo a los recursos económicos de los que la realizaron.

  • La primera ola; fue la recibida con los brazos abiertos en todo el mundo. Todos dieron la bienvenida a los adinerados venezolanos que llegaron a montar nuevos negocios en los países a donde fueron.
  • La segunda ola; fue la de los profesionales formados. Esta es la que bien podríamos llamar, la de la extinta clase media, o la de la empobrecida clase media. Esta fue recibida en muchos países como una oportunidad para aprovechar personal técnico y profesional de calidad.
  • Y la tercera ola; la de los pobres de Venezuela creados por la revolución socialista. Que es la correspondiente a los hijos de familias humildes venezolanas, que aguantaron con optimismo, activismo de calle, fe y esperanza; a que la clase política opositora venezolana les diera una solución a la dictadura socialista de las armas y la influencia chino-rusa-cubana. Esta ola, ha sido recibida con comprensión en la mayoría de los países latinoamericanos; pero (como es natural con este tipo de migración) ha despertado sentimientos de rechazo dentro de minorías latinoamericanas, que ven a esa ola de pobres como una competencia o amenaza.

Los migrantes pobres

La migración de los pobres de Venezuela a otros países, naturalmente se ha visto manchada por elementos negativos presentes en toda sociedad. No somos un pueblo de santos, así que naturalmente, entre cientos de miles de buenos humildes trabajadores venezolanos, se han colado algunos delincuentes dispuestos a importar su forma delictiva de ganarse la vida; pero entiéndase muy bien ¡no nos representan como gentilicio!

Desgraciadamente, es a esa minoría (excepcional y despreciable que no nos representa), a la que han tomado como referencia algunas personas en los países receptores latinoamericanos, para justificar su rechazo a los venezolanos en general: ¡Su xenofobia!

Es importante destacar, que ningún país latinoamericano se ha quejado de los millonarios venezolanos que han montado empresas en sus países. Tampoco se han presentado quejas por la llegada de cirujanos venezolanos graduados en las universidades venezolanas; ni quejas por otros valiosos profesionales formados en la exitosa economía petrolera que destruyó «la revolución socialista, ambientalistas, y profundamente humanista que nos llevaron los agentes de inteligencia cubanos, y las guerrillas comunistas de Colombia». La queja es: ¡por los pobres de Venezuela!

Políticamente, de la migración venezolana se queja hasta la izquierda (que se dice la solidaria y humanista); Se queja porque considera que los venezolanos que huyen de una dictadura de izquierda, van a influir negativamente con su testimonio, en los votantes.

Se quejan los profesionales, porque consideran que los maestros y pequeños comerciantes venezolanos, les van a quitar puestos de trabajo, o harán reducir las ganancias con la venta de productos a menor precio.

Y se quejan de los pobres venezolanos por lo que sea: Porque trabajan, porque caminan buscando empleo, y hasta porque las mujeres quieren estar siempre bonitas.

Excusas para el rechazo

La migración venezolana en países como Panamá, se ha conseguido con una discriminación desde élites políticas; que, para ganarse el voto de grupos extremistas, promueven abiertamente acciones, leyes y discursos xenófobos, disfrazados de nacionalismo y protección de los intereses de nacionales.

La migración de Venezuela se ha conseguido con discriminación como la de algunos grupos en Perú; que consideran que «todos los venezolanos son cobardes que no lucharon por su país, delincuentes mantenidos que exigen derechos humanos que no merecen porque no están en su país, y cuya única cosa positiva que aportan a la patria, son las prostitutas«.

A esa violencia verbal, psicológica, física, y legislativa contra los venezolanos, algunos evitan llamarla xenofobia; pero desgraciadamente es una discriminación, que entra dentro de la categoría de xenofobia.

Y debemos decir que es una discriminación que en muchos casos está ligada a la raza. Esto ocurre especialmente en los países latinoamericanos con poblaciones muy pequeñas; donde la llegada de 100 venezolanos a un pueblito, es casi vista como la llegada de conquistadores extranjeros.

Y las cosas se complican a un más

El maltrato a los venezolano por xenofobia, hace que se sientan acorralados y se organicen en guetos y colonias. Por esa razón, luego del asesinato de venezolanos en algunos linchamientos y protestas civiles en Ecuador, la población migrante se vio obligada a refugiarse en sí misma, y a protegerse en el orgullo de ser venezolanos.

De manera que, tras toda manifestación de «arrogancia» migrante venezolana, generalmente hay un temor oculto a la discriminación.

Para finalizar, debo decir, que lamento mucho las incomodidades que causan algunos venezolanos en los países latinoamericanos, pero no esperen que renunciemos a nuestros derechos humanos fundamentales. Somos seres humanos, y nos preparamos para estos tiempos de migración, exilio y destierro.

No mendigamos derechos, tenemos derechos

No estamos en los países latinoamericanos mendingando derechos humanos. Nos ganamos esos derechos, ayudando a todos los latinoamericanos. Cuando la mayoría de los países latinoamericanos por xenofobia, aporofobia o racismo, solo querían recibir como migrantes a franceses, italianos, o alemanes:

  • Nosotros abrimos las puertas para que llegaran los pobres de Perú y Ecuador;
  • Tampoco nos preocuparon las ideas políticas de la migración chilena, argentina, brasileña o uruguaya.
  • No nos importó que de Colombia llegaran huyendo combatientes de las Farc y el ELN, los recibimos como seres humanos.

Los recibimos a todos, los tratamos como seres humanos; les dimos la oportunidad de reconstruir sus vidas; ¡Y es lo que les toca hacer ahora a todos los latinoamericanos, ante la visita de los venezolanos a sus países!

No olvides

También debemos repetir hasta el cansancio: Que (si bien hay excepciones) los venezolanos que han salido del país no quieren que les regalen nada, no quieren que les mantenga nadie; Solo quieren trabajar y ganarse la vida como extranjeros.

Si los venezolanos quisieran ser mantenidos, estarían en Venezuela militando en el partido de la dictadura socialista; que les da bolsas de comida, servicio de salud gratis, escuelas y universidades gratis, agua, gas, y electricidad a costos simbólicos; y todos esos «beneficios» socialistas que prometen dar todos los políticos de izquierda en los países latinoamericanos.

Así que recuerda: Un migrante venezolano pobre en otro país, es un ser humano. Y como tal, tiene derechos humanos consagrados en la declaración universal de derechos humanos. Además, su gentilicio se ganó con buenos actos, el derecho a ser tratado con respeto como una persona extranjera. Y por si eso fuera poco, está protegido por leyes aprobadas por todos los latinoamericanos. Leyes que se usaron para justificar que recibiéramos a argentinos, chilenos, paraguayos, bolivianos, brasileños, ecuatorianos, peruanos, panameños, trinitarios y colombianos; como migrantes, desplazados, o refugiados, en tiempos en que huían de dictaduras, guerra civil, hambre y pobreza.

Quiero pedir disculpas si te ha ofendido mi apasionada defensa de mis hermanos venezolanos. Pero es necesario que Latinoamérica sepa, que ellos tienen derechos humanos.

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