Bogotá D.E. diciembre 9 de 2020.- El dos veces candidato a la presidencia de la República, Henrique Capriles, confesó que la situación actual de la oposición venezolana es tan deplorable que ni siquiera tiene «un jefe» que los guíe y los unifique para poder reconquistar los espacios que han perdido tratando de lograr un cambio de Gobierno a través de salidas inconstitucionales y antidemocráticas como la ejercida actualmente que gira en torno a la figura de Juan Guaidó y Donald Trump.
En una entrevista con BBC Mundo, Capriles resaltó que el peor error de la oposición venezolana ha sido creer que Trump solucionaría la situación política en Venezuela a favor de los opositores al presidente Nicolás Maduro.
«Hay gente en Venezuela que se fanatizó con Trump hasta perder la racionalidad, como si fuera un Dios. El error más grande que se ha podido cometer fue haber puesto la solución a la crisis venezolana en manos de Trump. Fue más que obvio que fue un juego interno (de Trump) para ganar en Florida, usándonos a nosotros, los venezolanos que estamos aquí adentro», comentó Capriles.
El otrora gobernador del estado Miranda también dijo que para lograr una solución a favor de los intereses opositores, se tiene que incluir a todos los venezolanos que viven en el país.
En cuanto al liderazgo opositor, dijo que «la nueva administración debe entender que este plan se agotó y no puede dar continuidad al statu quo: el interinato».
«El peor escenario para la oposición es mantener el statu quo que tenemos ahora. Algunos lo quieren mantener. Maduro con su Asamblea y nosotros hablando de prorrogar la actual, de darle continuidad. Es un precedente bastante complejo para el futuro, porque abrimos la puerta para que Maduro diga que le va a dar continuidad a su gobierno sin hacer una elección», dice Capriles.
En ese sentido, Capriles subrayó que «no hay que inventar figuras, sino salir a lograr un concierto de la comunidad internacional con Estados Unidos, Europa, el Vaticano, los países de América Latina».
«Tratar de alinear a toda la comunidad internacional para asumir la solución política sobre la base de un acuerdo que coloque las sanciones como instrumento para negociar una reinstitucionalización del país: un nuevo poder electoral que permita recuperar la vía del voto y un cronograma de elecciones para dos procesos no reconocidos por el mundo: presidenciales y las de un parlamento reconocido», subraya.
Además, Capriles alega que en medio de todo esto «la postura de Estados Unidos va a ser fundamental», haciendo referencia a la próxima asunción de Joe Biden como nuevo jefe de la Casa Blanca.
«Ojalá que podamos alinear a Estados Unidos, Europa y la comunidad internacional para la búsqueda de una solución política, que pasa por un proceso de acuerdo, de negociación, que no ha tenido resultados hasta ahora. Es cierto, pero eso no significa que el problema sea de método».
Capriles asegura que su postura no es desafiar a Guaidó sino que es su manera de «buscar un cambio de gobierno».
«¿Cómo? Yo no planteo un nuevo camino, sino abrir caminos. No podemos ser narradores de la tragedia. En Venezuela hay hambre. La gente no fue a votar porque está harta de Maduro, de ti y de mí. Hay un hartazgo y eso no es bueno. Hay que abrir caminos no prometiendo fantasías, sino hablándole a la gente con la verdad, con una ruta creíble. Recuperar el voto es mi camino», sostiene.
Al respecto agrega que «la unidad no es un fin, es un método. Algunos hablan de unidad pero cuando fueron al 30 de abril (de 2019, la insurrección que llevó a la liberación del líder opositor Leopoldo López) no hubo unidad. Soy creyente de la unidad del país. Pero la oposición hoy no tiene un líder, no hay un liderazgo, nadie que sea un jefe. No existe».
«Esto fue un capital político que se acumuló y se botó a la basura, puros lugares comunes, discursos gastados. No es que yo soy más ni que busco protagonismo. La vez que más cerca hemos estado de conquistar el poder con votos ha sido en mi elección frente a Maduro (en 2013) y en la de la Asamblea Nacional (2015). Sin disposición para acabar con el statu quo, vamos a desaparecer como alternativa en este país», acotó.
Capriles también habló de la estrategia de diálogo y subrayó que el éxito no se logra en diálogos televisados sino «en procesos confidenciales». «Venezuela es otra. Hay conciencia de que si aquí no hay un acuerdo, al final va a ser malo para todos», dijo.
Cuando le preguntan si quiere ser presidente, el excandidato dijo que eso «no es un secreto para nadie, he sido candidato dos veces».
«¿Hay gente allá que de repente puede compartir lo que estoy diciendo? Sí. Me dirás, ¿quién? Y yo no te lo voy a decir. No importa. No es una conspiración. Yo no conspiro. Si quiero ser presidente, debo pensar en este país a largo plazo».
«Yo no vengo de una familia pobre, no soy pobre, nunca lo he sido, pero eso no quiere decir que no entienda la pobreza. Ahí es donde se equivocan con mi apellido. Yo no defiendo a los ricos, que ya tienen quien los defienda. Yo defiendo a los pobres. Llevo años metido en los barrios. Nadie me dice sifrino. ¿Sifrino yo?», añadió
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